Pasar frente al lugar lastima la mirada y causa desolación. El sitio fue clausurado por el Ministerio de Cultura y Educación de la provincia hace casi una década, cuando la matricula de alumnos descendió a casi cero. Hoy la antigua Escuela Rural 85, Colonia Belvedere, es un edificio arruinado, en cuyas inmediaciones crecen yuyales, se alimentan cerdos y se acumulan cientos de bidones vacíos de herbicidas tóxicos, que necesitan de un triple lavado. Junto a ellos, se alzan pilas de lonas plásticas de los silos bolsas, entre aguas estancadas.En un tiempo, la escuela arropó a chicos de General Pico, Trenel y la zona rural. Ubicada a pocos metros de la ruta provincial 4, solo queda de ella un cartel clavado en el paredón, un mástil sin bandera y un aljibe seco. El estado de abandono se apoderó del edificio escolar, para convertirse en un depósito de desechos.Las aulas, donde se educaron muchos de los habitantes de la zona, son un testimonio del pasado. La lluvia acumula tantas lagunas afuera, como hacia adentro de las paredes. No solo estudiantes se formaron en la Escuela 85. Aún hoy rebotan en la memoria los "bailes de campo", que animaban orquestas locales y que unió parejas y forjó más de una familia.Muchos de aquellos niños, hoy adultos, tienen palabras de afecto para el establecimiento educacional que los formó. Casi todos coinciden en que les da "pena" y "tristeza" ver en qué estado está y el fin al que fue destinado. Según una fuente de la Dirección General de Educación, el cierre se produjo en 1999. A partir de ese momento, se puso en marcha un procedimiento para otorgar en comodato el lugar, de igual manera que con otras escuelas rurales."Creo que el sitio merece otra finalidad y un mantenimiento adecuado: da mucha lástima ver que se ha convertido prácticamente en un basural", dijo una ex- alumna.Cuando los niños cursaban los estudios primarios, llegaron a funcionar dos aulas y los pisos "brillaban" de limpieza. En el patio, que se utilizaba en los recreos, había una fuente y un juego de hamacas. Los alumnos se formaban en la galería, en doble fila, antes de ingresar a su grado."Algún día de chica, soñé que volvería como maestra a este lugar, pero hoy es pura nostalgia ver en qué terminó", dijo otra alumna, que pasó toda la escuela primaria en sus aulas y hoy ejerce la docencia.
La Arena pudo confirmar que funcionarios de educación de menor rango están preocupados por el aspecto que brinda el sitio. Por eso se podrían en marcha algunas acciones para recuperarlo. En la iniciativa, hasta se piensa en involucrar a los municipios cercanos, ex-alumnos y ex-docentes.Entre el desamparo, la suciedad y los cerdos, hay un edificio que un día fue escuela. Quizás, un destino más digno respete la memoria de la comunidad educativa que escribió sus primeras palabras en sus pizarrones y dejó huellas grabadas en sus pupitres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario