A las 9.20 de la mañana, la esquina de las calles 107 y 20 se pobló de mujeres, casi todas madres. Las nubes descargaron una lluvia rápida que obligó a buscar refugio bajo el follaje de los árboles y techos prestados. Dos agentes municipales se pararon bajo el agua a custodiar la tela que cubría la estrella amarilla con el nombre de Jonatan Tomaselli, que murió en esa esquina en el 2003 cuando chocó con su moto. Familiares y amigos de la Red Nacional de Victimas de Tránsito se sumaron a la convocatoria, cada uno con distintivos colgados en el pecho que recuerda a los que ya no están, porque la imprudencia los atropelló
Una larga bandera argentina con las caras estampadas de los muertos en accidentes de tránsito, cruzaba todo el ancho de la calle 107. Caras pampeanas y de otros argentinos. La mirada de Cacho, Walter, Angel, Sacha, Lucila, Damián, en una gigantografía colgada en una de las veredas recordaba sus vidas. Pedían no “sumar una estrella más al cielo”.
Cuando la lluvia aplacó, muchos vecinos ya muchos vecinos se habían sumado al acto. Llegaron las autoridades municipales encabezadas por el intendente, Jorge Tebes, junto a funcionarios y concejales. Alumnos y docentes de la Escuela de Sordos acompañaron la ceremonia. Otras madres caminaron hasta el lugar, algunas sostenían estandartes con la cara de sus hijos y la palabra “justicia”.
Un vecino adulto que salía de la farmacia se acercó a una concejala y con voz de ruego le pidió: “Por favor, paren las motos, andan descontroladas por la ciudad”. Todos los días hay en General Pico accidentes donde los motociclistas son protagonistas y así lo demuestran las estadísticas oficiales.
El intendente Tebes repitió varias veces en el discurso la palabra “prudencia”, al dirigirse a todos aquellos que manejan por las calles de General Pico y reiteró el compromiso de la comuna para continuar con los controles de tránsito en busca de disminuir la cantidad de víctimas. “El camino es la educación vial”, dijo Tebes en referencia a las charlas en las escuelas. Después rescató el valor de las madres que han perdido un hijo en accidentes y el compromiso que asumieron en la campaña para evitar nuevos muertos en las calles y rutas.
Silvia González, de víctimas de tránsito, pidió terminar con el manejo agresivo y aseguró que “algo está muy mal” en la sociedad al referirse a la cantidad de siniestros viales que hay por día. “En La Pampa, la mayoría de los muertos son jóvenes y niños”, dijo Silvia. Luego hizo un llamado para que todos se comprometan con el tema del tránsito.
Cuando nuevas gotas de lluvias asomaban, Silvia, con la voz desvanecida, dejó otro mensaje: “nunca como mamás pensamos que un día tendríamos que pintar estrellas por nuestros hijos muertos”. Después habló de las noches y días en soledad y de las habitaciones vacías que guardan la memoria de los chicos.
Luego, autoridades y familiares caminaron hasta el cruce de las calles 107 y 20, levantaron la tela blanca que cubría la estrella amarilla pintada en el pavimento y el desconsuelo se apoderó de todos. Cinco veces más se repitió la ceremonia en otros lugares de General Pico. Las estrellas que suelen brillar como tachuelas, desde ayer alertan a los conductores para que sus vidas no de opaquen.
Una larga bandera argentina con las caras estampadas de los muertos en accidentes de tránsito, cruzaba todo el ancho de la calle 107. Caras pampeanas y de otros argentinos. La mirada de Cacho, Walter, Angel, Sacha, Lucila, Damián, en una gigantografía colgada en una de las veredas recordaba sus vidas. Pedían no “sumar una estrella más al cielo”.
Cuando la lluvia aplacó, muchos vecinos ya muchos vecinos se habían sumado al acto. Llegaron las autoridades municipales encabezadas por el intendente, Jorge Tebes, junto a funcionarios y concejales. Alumnos y docentes de la Escuela de Sordos acompañaron la ceremonia. Otras madres caminaron hasta el lugar, algunas sostenían estandartes con la cara de sus hijos y la palabra “justicia”.
Un vecino adulto que salía de la farmacia se acercó a una concejala y con voz de ruego le pidió: “Por favor, paren las motos, andan descontroladas por la ciudad”. Todos los días hay en General Pico accidentes donde los motociclistas son protagonistas y así lo demuestran las estadísticas oficiales.
El intendente Tebes repitió varias veces en el discurso la palabra “prudencia”, al dirigirse a todos aquellos que manejan por las calles de General Pico y reiteró el compromiso de la comuna para continuar con los controles de tránsito en busca de disminuir la cantidad de víctimas. “El camino es la educación vial”, dijo Tebes en referencia a las charlas en las escuelas. Después rescató el valor de las madres que han perdido un hijo en accidentes y el compromiso que asumieron en la campaña para evitar nuevos muertos en las calles y rutas.
Silvia González, de víctimas de tránsito, pidió terminar con el manejo agresivo y aseguró que “algo está muy mal” en la sociedad al referirse a la cantidad de siniestros viales que hay por día. “En La Pampa, la mayoría de los muertos son jóvenes y niños”, dijo Silvia. Luego hizo un llamado para que todos se comprometan con el tema del tránsito.
Cuando nuevas gotas de lluvias asomaban, Silvia, con la voz desvanecida, dejó otro mensaje: “nunca como mamás pensamos que un día tendríamos que pintar estrellas por nuestros hijos muertos”. Después habló de las noches y días en soledad y de las habitaciones vacías que guardan la memoria de los chicos.
Luego, autoridades y familiares caminaron hasta el cruce de las calles 107 y 20, levantaron la tela blanca que cubría la estrella amarilla pintada en el pavimento y el desconsuelo se apoderó de todos. Cinco veces más se repitió la ceremonia en otros lugares de General Pico. Las estrellas que suelen brillar como tachuelas, desde ayer alertan a los conductores para que sus vidas no de opaquen.